viernes, 1 de octubre de 2010

Definitivo, irreversible

Pude haber aguardado, impaciente,
la luz de tus labios, asomada a una sonrisa.
Haber dirigido la mirada
a cualquier cuadro del salón
y no perderte.

Pude haberme ahogado en mis palabras
antes de que llegara el Adiós
definitivo,
o quedarme dormida en la primavera
y despertar mañana,
dando un salto en el tiempo,
irreversible.

Pude desafiar al tiempo, y no lo hice.

Todo huele a ti en esta casa.
No ha bastado cambiar el color de las paredes
ni pintarle un gesto amable a esta alma
que finge.

Pude haber mimetizado mi angustia,
desestabilizar el eje que me rige,
conducir despacio este vehículo
y esperar a que me alcanzaras,
pero el tiempo en mis manos
siempre ha sido breve.

Pude haberme quedado… y no lo hice.




©Yolanda Gutiérrez Martos 2010

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